Nunca digas ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Eclesiastés 7,10.

Si haces las preguntas equivocadas tendrás las respuestas incorrectas. El gran Salomón, quien fue dotado por Dios con una sabiduría poco habitual: “Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo” (Eclesiastés 1,13)

Él era un analítico capcioso y minucioso seguramente para obtener sus sabias y profundas apreciaciones, realizaba preguntas sobre los temas en cuestión y de allí sacaba conclusiones.

Este maestro de la observación y el análisis, nos recomienda hacer las preguntas correctas para tener así las respuestas correctas.

En relación al pasado, nos aconseja a dejar atrás todo lo vivido, por más bueno que sea, y a mirar con expectativa el presente y el futuro. Bajo la guía de Dios y en oración, pregunta ¿Qué puedo hacer hoy para cambiar esta situación difícil que estoy viviendo? ¿Qué pasos debería dar para encausarme poco a poco hacia las metas y proyectos que tengo para mi vida? Dios quiere guiarte en este proceso de descubrimiento y dirección.

La Biblia nos enseña que la unción que recibimos (el Espíritu Santo) nos guiaría a toda verdad. Hay una iniciativa del cielo para guiarte y encaminarte hacia el propósito celestial. Dios ha planificado cosas buenas para ti, pero no poseas una mentalidad anclada al pasado. Hay mucho más para ti, no importa los años que tengas. Cada día de tu vida es una aventura de fe, si sigues la guía del Señor.

Oremos así:

Padre celestial ayúdame a renovar mi mente. Quiero dejar atrás todo pasado y caminar hacia ese futuro glorioso que tienes para mí Ayúdame a disfrutar el presente. Que en este día pueda ver tu bondad y amor en las pequeñas cosas. Trae orden a mis pensamientos y revísteme de sabiduría celestial, para que la meditación de mi corazón, no me hunda en el fracaso, sino más bien me impulse hacia la bendición y el éxito. Pido, creo, y recibo todo esto y mucho más en el nombre de Jesús, amén.